sábado, 12 de diciembre de 2009

imhotep


Para otros usos de este término, véase Imhotep (chaty de Tutmosis I).
Imhotep (en griego Imutes), sabio, médico, astrónomo, y el primer arquitecto conocido en la historia (aprox. 2690 - 2610 a. C.).


Imhotep (estatuilla). Brooklyn Museum, NY.Sumo sacerdote de Heliópolis, fue visir del faraón Necherjet Dyeser (Zoser), y diseñó la Pirámide escalonada de Saqqara, durante la dinastía III. El significado de la palabra «Imhotep» es «el que viene en paz».[1]

Es el primer "científico" cuyo nombre ha llegado. No sólo era médico, también era arquitecto y astrónomo: esto indica que tenía los conocimientos de cálculo y geometría necesarios para dominar estas ciencias.

Los títulos honoríficos atribuidos a Imhotep son:

Tesorero del rey del Bajo Egipto, Primero después del rey del Alto Egipto, Administrador del Gran Palacio, Señor hereditario, Sumo sacerdote de Heliópolis, Imhotep el constructor, escultor, hacedor de vasijas de piedra... Inscripción en la base de la estatua de Dyeser (Zoser) hallada en Saqqara.
Antes de él, nadie había tenido su nombre inscrito al lado del de un faraón, y en sus títulos no se menciona el de médico, pero sí el de productor de recipientes: quizá sólo constan los que usó para la construcción.

[editar] Médico
Artículo principal: Medicina en el Antiguo Egipto

Estatuilla de Imhotep. Museo del Louvre.La importancia de la medicina egipcia se traduce en la figura de Imhotep, considerado como el fundador de la medicina egipcia, y autor del papiro Edwin Smith acerca de curaciones, dolencias y observaciones anatómicas (aunque este texto probablemente fue escrito alrededor del 1700 a. C., con añadidos de otros médicos).[2] La concepción mítico-religiosa de la enfermedad en el Egipto de Imhotep conducía a un enfoque mágico-religioso y empírico a la terapia médica, es decir, una combinación de rituales, prácticas quirúrgicas y un extenso vademécum farmacológico. También se registran algunos intentos de racionalización, como los que se aprecian en el papiro Smith, que describe 48 casos clínicos sin mencionar causas ni tratamientos mágicos y aportando un enfoque racional sobre el tratamiento de ciertas enfermedades y las heridas.[2]

En este texto Imhotep recomienda el uso de vahos de opiáceos como anestésico. Describe observaciones anatómicas, el examen, diagnóstico, tratamiento y pronóstico de numerosas heridas con todo detalle. Los tratamientos son racionales, y en un sólo caso se recurre a remedios mágicos. El papiro contiene las primeras descripciones de suturas craneales, de la meninge, la superficie externa del cerebro, del líquido cefalorraquídeo, y de las pulsaciones intracraneanas. Según un grabado de una losa sepulcral en Saqqara, Imhotep preconizaba la aplicación de presión en las arterias carótidas para calmar el dolor de cabeza, al disminuir el flujo de sangre al cerebro. Imhotep afirmaba que el pulso era un índice del corazón y de las condiciones del enfermo.[3]

Es citado en el Canto del arpista, composición literaria datada en el Imperio Medio:

He oído sentencias de Imutes (Imhotep) y de Dyedefhor, que se citan como proverbios...
Hazte por tanto el día dichoso, y no te canses nunca de esto.

Canto del Arpista.
[editar] Arquitecto

Complejo funerario de Saqqarah.Imhotep fue el arquitecto de la pirámide escalonada de Saqqara, en tiempos del rey Dyeser (2650 a. C.).[2] La pirámide necesitó la extracción, transporte y montaje de miles de toneladas de piedra caliza, desafío notable ya que nunca se había utilizado en grandes construcciones, para las que se usaban ladrillos de adobe, fáciles de hacer y baratos.

Un gran problema técnico era el peso de la piedra: Imhotep lo solucionó en parte usando bloques relativamente pequeños, más fáciles de transportar y manejar. Por otra parte, las columnas son de adorno o están adosadas a los muros, sin sustentar mucho peso. Es necesario tener en cuenta que en esta época el único metal conocido era el cobre, poco adecuado como herramienta para estos trabajos.

Tuvo que organizar todo el proceso de construcción, controlar el trabajo de cientos de obreros, y realizar la primera ciudad funeraria: rodeada por una muralla de unos mil quinientos metros de perímetro, construyó diversas edificaciones, como decorado, y hacia el centro erigió una pirámide de seis gradas con una altura de sesenta metros. A su vez, excavó en la roca del terreno, bajo la pirámide, la que sería la tumba de Dyeser (Zoser) y un conjunto de galerías para almacenar miles de vasijas funerarias, muchas grabadas con los nombres de sus predecesores.

[editar] Imhotep como dios
Durante siglos, los egipcios consideraron a Imhotep como el dios de la medicina y la sabiduría y se le representa sentado, como a los escribas, con un papiro desplegado sobre sus rodillas, tocado con un casquete.

En el Imperio Nuevo fue venerado como patrón de los escribas y deificado en el periodo tardío de Egipto, para lo cual fue identificado con Nefertum, hijo de Ptah y Nut (o Sejmet). Posteriormente se le vinculó al dios Thot –una práctica común en el Antiguo Egipto.

Su culto principal estaba en Menfis. También fue venerado en Tebas, File y Deir el-Medina en la época ptolemaica junto a Hathor, Maat, y Amenhotep (hijo de Hapu), otro arquitecto deificado. Su prestigio era tan grande, que su fama llegó hasta los griegos, que lo conocían como Imutes y le asimilaron a su dios Asclepio, el Esculapio romano.[4]

Imhotep
en jeroglífico

DRUIDISMO







Etimología
Los druidas se presentan a menudo como sacerdotes de la religión celta, pero su papel envolvía muchos aspectos más. Los druidas formaban una clase social independiente, representando la clase intelectual de la sociedad. Aunque también desempeñaban funciones religiosas, no se limitaban a ellas. Eran entre otras cosas bardos, médicos, astrónomos, filósofos y magos.

Sin embargo, se pueden diferenciar tres funciones entre los druidas, aunque la separación a veces no era muy clara y ciertos autores se muestran escépticos (T.D.Kendrick):

Los "Druids", que enseñaban el arte de la guerra y que disponían de poderes mágicos.
Los "Bairds" o bardos, que eran responsables de la tradición oral.
Los "Filidhs" o videntes que predecían el futuro.
También hay que distinguir entre los druidas celtas (hasta el final de las culturas celtas independientes, coincidiendo aproximadamente con el comienzo de la Edad Media) y los druidas modernos. Los primeros desaparecerían sin dejar testimonio escrito. Los últimos se desarrollaron en Gales e Irlanda según conceptos de la Edad Moderna y unen tradiciones con ideas actuales, nacionalismos y romanticismos.

La procedencia de la palabra "druida" está muy debatida. Dr. O'Hogain supone que deriva de la palabra celta para "rico en conocimientos", mientras que otros aseguran que ha derivado de drus, la palabra celta para roble. Otra teoría finalmente lo relaciona con dru (cuidadoso, a fondo) y uid (saber).

[editar] Druidas históricos
No se conocen escritos directos de druidas de la antigüedad, ya que, al parecer, los druidas pasaban su saber sólo por tradición oral a sus alumnos. Existen algunos textos de la Edad Media baja o tardia de Gales, Irlanda y Escocia que se relacionan con tradiciones de los druidas. Sin embargo, se trata habitualmente de textos mitológicos que ya tienen una cierta influencia cristiana y que sólo admiten unas conclusiones limitadas sobre los druidas de la antigüedad. (ver fuentes)

Con anterioridad tenemos fuentes clasicas -e indirectas- principalmente romanas. De Plinio el Viejo sabemos que los druidas vestidos de blanco cortaban el muérdago con hoz de oro; además nos habla de sacrificios taurinos presididos por druidas, así como de su veneración de diversas arboledas o árboles y plantas sagrados como el roble, el avellano, o el muérdago; o lugares naturales como la cima de ciertas colinas, corrientes de agua, y lagos, así cómo del cielo, la tierra, el mar, y el fuego -que veían como algo purificador- recogiendo una costumbre presente en las comunidades celtas en las que servían. El muérdago entre los druidas era una planta sacra. Aunque a menudo se atribuye a este sentido sus propiedades medicinales, es poco probable que sea la razón única. Más verosímil es que se deba a que el muérdago está aún verde en invierno cuando el resto del árbol parece sin vida. Hay otras fuentes que dicen que esto se debe a que crece sin tocar el suelo, y por eso se lo recogía en una tela blanca.

Ya anteriormente Julio César mencionaba a los druidas en su "De Bello Gallico" y quien nos informa que los druidas usaban al alfabeto latino o griego incluso en sus escritos sagrados por “temor que (el de ellos) llegara a vulgarizarse y que la memoria de los sabios (o estudiantes) pudiera decaer”. Estas referencias tienen ciertos paralelismos con relatos de Posidonio (135 - 51 a. C.), quien nos da una imagen idealizada helenística del druida como filósofo. Éste autor también afirmaba que se encargaban de castigar a determinados miembros de la sociedad expulsándolos de ceremonias religiosas, y por tanto de la sociedad. Hay que ver los relatos de César, como los de los demás autores, con un cierto escepticismo, ya que eran ajenos a esta cultura.

Diodoro Sículo afirmaba de los druidas que a veces antes de una batalla se interponían entre los combatientes para evitar el combate, así cómo que predecían el futuro mediante la observación del vuelo y los reclamos de las aves y el sacrificio de animales sagrados, así cómo que creían en una especie de reencarnación, según la cual al morir el alma migraba de un cuerpo a otro.

Con la conquista de los países celtas (Iberia, Galia, Britania) por parte del Imperio Romano se desvanecía la influencia de los druidas, los cuales entre otras figuras fueron de acuerdo con Plinio prohibidos por el Senado en un decreto que posteriormente Tiberio renovó en el año 54 dC. Un último bastión era la isla Anglesey (Ynys Mon) situada al norte de Gales, que fue destruida por los romanos en 60 dC. Los últimos relatos de la Irlanda de la baja Edad Media ya muestran influencia cristiana y diabolizan a los druidas como enemigos de la Iglesia católica.

A menudo se habla también de mujeres druida, que eran conocidas cómo Dryades o Bandrui, pensando, por ejemplo, en Mebd de Connacht o Ceridwen. De Ceridwen hay una leyenda donde ella prepara en un cáliz que puede verse como el prototipo del Santo Grial, una pócima que da sabiduría infinita sobre el pasado, el presente y el futuro. Preparó el potingue para su hijo Affagdu (oscuridad absoluta) para compensar el poco agrado físico que tenía. No obstante, su ayudante tomó tres gotas de la bebida. Para escapar de su ira huyó y se escondió adoptando diversas formas. Finalmente tomó la forma de un grano de trigo que fue tragado por Ceridwen. De esto Cerdiwen se quedó embarazada y dio a luz a otro hijo, Taliesin, quien está visto hoy en día como el prototipo de todos los druidas. Esta leyenda confirma que existían druidas femeninos y que su rango no era necesariamente inferior al de los hombres.

De todos los relatos conjuntos se forma la imagen del druida como persona culta en una posición socialmente destacada. También era responsable de los sacrificios religiosos y se le veía como mediador entre los hombres y los dioses. Al mismo tiempo era juez, profesor y se ocupaba de la historia y de la civilización de las culturas celtas.

Asimismo el bardo celta tenía una posición destacada, aunque no se puede confirmar que druidas y bardos eran rangos diferentes en la misma organización.

Los druidas no tenían templos de culto erigidos en piedra. Probablemente disponían de edificios de madera que no han pasado a nuestros días. Según las fuentes originales, a menudo celebraban sus ritos en claros en los bosques cercanos a manantiales o pozos naturales.

Plinio relata uno de sus rituales: "Tras haber preparado los sacrificios y los banquetes bajo los árboles, traen dos toros blancos cuyos cuernos han sido vendados. Con su túnica blanca un druida sube al árbol para cortar el muérdago con su hoz de oro, otros vestidos de la misma manera lo reciben. Después matan a los animales del sacrificio y rezan para que el dios les recompense esta ofrenda con sus dones".

También hay relatos (en parte dudosos) de sacrificios humanos.

Los últimos druidas se convirtieron, alegadamente, al cristianismo (los fili), al igual que toda la clase dirigente de Irlanda. Estos conversos convivieron con quienes todavia seguian las antiguas tradiciones hasta que sometieron a estos últimos a una persecución. De esta forma, la Iglesia Irlandesa conservó algunas de las tradiciones celtas. Sin embargo, no todos los autores aceptan que los druidas se hayan convertido al cristianismo, sino ven esa versión como una tentativa cristiana de proveer sus sacerdotes con el respeto y la autoridad que se les daba a los druidas. (ver: Los Bardos clásicos de Irlanda).

[editar] Resurgimiento del Druidismo
Se conoce a William Stukeley (1687 - 1765) como padre de los druidas modernos. Era el primero en relacionar el círculo de piedras de Stonehenge con la religión celta, relación que nunca ha sido probada ni históricamente ni por hallazgos arqueológicos. En 1792 se diseñó en Gales una ceremonia para el solsticio de verano, donde jóvenes druidas se consagraron a un "archi-druida".

Este movimiento iba unido a la búsqueda en Gales e Irlanda de una historia independiente de Inglaterra con raíces celtas y ganó adeptos en el ámbito del movimiento nacionalista. Un atractivo adicional era el carácter oculto en una época donde las logias secretas estaban en auge. El neo-druida está generalmente considerado como una forma del paganismo y un sucesor directo del druida de la antigüedad.

Influido por los ideales naturalistas del romanticismo, se fundó en 1781 en Inglaterra una orden druida que se dedicó a defender la tolerancia, la humanidad y la dignidad humana. Los fundadores veían representada en la clase suprema de los celtas a la ciencia, arte y sabiduría.

A mediados del siglo XIV empezó el Renacimiento y se recuperó el interés por los escritores griegos y latinos de la antigüedad, resurgiendo las enseñanzas del mundo clásico. En la Francia del siglo XVI, los druidas, junto con los antiguos celtas, o mejor dicho, galos, se convirtieron en figuras históricas respetables. Comenzaron a aparecer muchos libros sobre los antiguos galos y los druidas. El entusiasmo por estas obras continuo en el siglo XVII. Los druidas fueron incluso proclamados antepasados de los germanos. En 1648 Elias Schedius trataba el asunto en De Dis Germanis, subtitulado "La religión de los Antiguos Germanos, Celtas, Galos, Britanos y Vandalos". El libro ofrece una visión de los Druidas aún en sus sombríos robledales, con un druida adornado con hojas de roble, adecuadamente vestido, empuñando un cuchillo manchado con la sangre de un sacrificio mientras una siniestra sacerdotisa se encuantra a su lado. La mujer lleva un cráneo humano colgando de la cintura y esta golpeando un tambor con dos fémures también humanos.... tal era la percepción que se tenia de los druidas. En 1693 se había impuesto la idea de que todos los megalitos eran templos de los druidas. Se reivindico varias veces que Stonehenge era un templo druida, aunque también se sostuvo que habían sido los sajones los constructores, por su parecido con las tumbas megalíticas con cámara existentes en Schleswig-Holstein, la patria originaria europea de los anglos, sajones y jutos El druidismo británico apareció a finales del siglo XVI como una extravagante recreación de lo que se suponía eran los druidas, y no se consideraban a si mismos como un movimiento religioso sino como una “Orden Fraternal”, un Club de Caballeros. Muchos de los líderes Druidas eran masones o Hermeticos, cabalistas o rosacruces.

En el siglo XVIII, Inglaterra y Gales experimentaron un resurgimiento del interés por los druidas, inspirado por los anticuarios John Aubrey, John Toland y William Stukeley. En 1740 vio la luz el trabajo de John Toland , cuando se publicó su "Historia crítica de la religión Celta" que en posteriores ediciones se llamó "Historia de los Druidas". Posteriormente Toland formó una de las primeras Ordenes druidas, centrada en la Tradición Primordial.

En el siglo XIX, surgieron algunas Ordenes dudosas que afirmaban estar basadas en el druidismo histórico. El actor principal en esta reinvención del Druidismo, motivado por Henry Hurle, fue Edward Williams, mejor conocido como Iolo Morganwg. Su obra, publicada como los manuscritos de Iolo (1849) y Barddas (1862), no es considerada creíble por los movimientos de Druidismo contemporáneos. Williams afirmó haber encontrado un mapa cosmologico basado en la tradición Galesa, llamado “Barddas”, un compendio de conocimientos antiguos, en un "Gorsedd de vates de las islas de Gran Bretaña".

Iolo insistió en que este escrito era autentico y que había sido traducido de un escrito original Galés. El escrito indicaba que “en el principio existía Dios y Cythrawl, la energía positiva y la negativa. Dios pronunció su nombre y creó Manred, la sustancia que conforma el universo” . Muchos de los que los eruditos creen que mucha de la información fue inventada por el propio Iolo, pero una gran parte del trabajo parece ser de origen meso–pagano, aproximadamente del 600 A.C. A pesar de todo, es imposible separar el material de referencia original de el trabajo inventado, y los documentos son considerados irrelevantes por los eruditos más estrictos. El druidismo Británico actual esta mayoritariamente basado en los escritos de Iolo Morganwg (Edward Williams) que se alimenta de la cosmologia Galesa y separa el mundo en tres círculos concéntricos: Annwyn, Abred y Gwynfyd. Existe también un lugar “donde habita Dios” y que es llamado Ceugant. Quizá al principio las bases de este druidismo fueran en parte invención, pero lo que no se puede negar es que la tradición ha alcanzado una solera de casi 200 años.

Con el gran resurgimiento celta en todos los países hacia finales del siglo XIX, fue en 1901 cuando se fundó el Gorzez Gourenez Breiz Vihan (El Gosserd Bretón), reuniéndose en Guincamp bajo el patrocinio de la Unión Regionalista Bretona. En Cornualles hubo también un resurgimiento de la lengua córnica, que había dejado de ser un vehículo de comunicación general a principios del siglo XIX y hubo movimientos para crear un gosserd. En Gran Bretaña acontece en esa época (XIX) una fiebre constructora de "templos druídicos". Valga como ejemplo el caso del Mariscal de Campo Henry Seymour Conway, antiguo gobernador de Jersey, quien edificó Temple Combe, Berkshire, construido con megalitos auténticos. Númerosos "Templos Druidas" son construidos en las tierras privadas de la nobleza, siguiendo la nueva moda del resurgir de los druidas.

En la actualidad, el druidismo se ha escindido en diversas vertientes, que incluyen desde Ordenes Druidas con estructuras similares a las ordenes masónicas o de alta magia, a Ordenes que aceptan cualquier divinidad y no se consideran politeistas sino universalistas, ordenes druidas cristianas, Ordenes reconstruccionistas y totalmente politeístas u Ordenes basadas únicamente en el pensamiento filosófico druídico y no en su espiritualidad.

[editar] Los Druidas contemporáneos

Druidas en 2005.El neodruidismo o Druidismo contemporáneo es un movimiento religioso y filosófico asociado con la corriente religiosa del neopaganismo occidental.

Es para algunos un camino espiritual y filosófico, para otros una religión y para otros un movimiento cultural. El camino y definición dependerá de cada persona y su libre elección.

Es una filosofía que encuentra sus raíces en la naturaleza misma, con inspiración en la cultura y tradición celta, y los druidas históricos; que busca la conexión del individuo con la tierra, el cielo y el mar, los tres reinos de la cosmovisión celta. Es un camino de reflexión sobre las preguntas que surgen en nuestra mente y espíritu, tratando de encontrar las respuestas y el crecimiento personal en la sabiduría y enseñanzas de antaño, es sus tradiciones y folklore, su mitología y sobre todo, en las lecciones que la naturaleza misma como un ente vivo y radiante nos puede dar.[1]

[editar] Literatura fantástica
La mitología celta presenta a los druidas con capacidades mágicas cómo -entre otras- la de predecir el futuro, provocar tormentas, lanzar bolas de nieve y de oscuridad, o transformar a personas en animales. Llegan a tener mayor rango que los reyes, ya que en algunos relatos el rey no puede hablar hasta que no lo haya hecho el druida.

Uno de los druidas más conocidos de la literatura es la creación de René Goscinny y Albert Uderzo, Panoramix del celebre comic Asterix . Su túnica blanca, la hoz de oro, el hecho de que corta el muérdrago, etc. reflejan los ritos conocidos por las fuentes antiguas. También su rol social como conocedor de la historia y asesor del jefe de la tribu sigue ejemplos históricos, aunque no desempeña ningún papel religioso.

Marion Zimmer Bradley relata en su novela "Las nieblas de Avalon" la leyenda del rey Arturo desde el punto de vista de la Dama Morgana, la hermana de Arturo, donde también se puede apreciar la presencia del Merlín, uno de los druidas más conocidos en la actualidad por su gran sabiduría.

En el juego de rol Dungeons & Dragons aparece reflejada la figura del druida. Sin embargo, estos druidas tienen poco que ver con el druida celta, siendo representados cómo una especie de magos de los elementos de la naturaleza. Estos druidas veneran y protegen el mundo natural, no son sacerdotes pero sí tratan de conservar el equilibrio natural. Dada su comunión con el mundo salvaje, son bendecidos con el control de ciertos poderes naturales, por lo que pueden controlar el propio envejecimiento o su peso, son capaces de hablar con animales y plantas, de convocar la lluvia o incluso la tormenta, pueden mover las raíces de los árboles a voluntad, y también se transforman en animales ó plantas, y curan a otros con gran presteza por medio de remedios naturistas ó por la magia que les da la naturaleza. Su adaptabilidad entre los magos de la literatura fantástica es amplia y económica, pues existen pocos espacios a los que los poderes de la naturaleza no puedan acceder, y muchos donde dominan por completo. Éste concepto del druida ha sido tomado posteriormente por bastantes otras ambientaciones de fantasía inspiradas en ése juego cómo Warcraft.

El cómic Sláine, que está basado en la cultura celta, recoge a la figura del druida cómo un sacerdote, así cómo bastantes elementos que tradicionalmente se atribuyen a los druidas, cómo realizar sus cultos en arboledas ó el caldero.

En el conocido videojuego Praetorians hay un druida que es médico y aliado de los romanos. Aparecen también otros druidas que son médicos, pero que además pueden producir una ceguera temporal en las tropas enemigas.

También hacen aparición en el juego MMORPG Tibia, como una de las 4 vocaciones básicas, en la cual desepeñan la principal función de de sanadores, y creadores de runas de curación, además de manejar elementos de la natureleza tierra y hielo. Después de un tiempo, pueden adquirir una promoción a "Elder Druid" y manejar hechizos más poderosos.

La clásica ópera italiana Norma (1831), de Vincenzo Bellini (y el libretista Felice Romani) está basada en una tragedia neoclásica francesa. Su protagonista es una sacerdotisa druida. La obra describe el trágico amor de ésta y Pollione, el líder de las tropas romanas invasoras de la Galia. Obra emblemática del romanticismo italiano y acabada expresión del bel canto, Norma exhibe los más altos logros alcanzados por los artistas peninsulares de la época. Fue estrenada en 1831 en Teatro de la Scala en Milán. Entre otras sopranos destacadas la protagonizaron Maria Callas y Montserrat Caballé.

ESPIRITISMO










Espiritismo
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El espiritismo, también llamado doctrina espírita o doctrina de los espíritus es una doctrina filosófica nacida en Francia a mediados del siglo XIX. Esta doctrina está basada en los libros escritos por el espiritista francés Allán Kardec. El espiritismo se autodefine como una «ciencia» de observación y una doctrina filosófica. Según su fundador es la «ciencia que trata la naturaleza, origen y destino de los espíritus, así como sus relaciones con el mundo corporal. Como filosofía, comprende todas las consecuencias morales que dimanan de es mismas relaciones».[1]

La doctrina espiritista tiene adherentes en varios países alrededor del mundo
Acepción del término «espiritismo» [editar]El termino «espiritismo» (del francés spiritisme, de spirit: ‘espíritu’; e isme: ‘doctrina’) surgió como un neologismo, más precisamente un porte-manteau, creado por el francés Allán Kardec para nombrar a específicamente a la doctrina de los espíritus, el cuerpo de ideas recopiladas y codificadas por él en El libro de los espíritus (1857).[2]

Vale la pena considerar también que el spiritisme francés y el spiritism inglés son dos doctrinas independientes, pero muy similares, en sus principios y definición, y ambos términos se traducen al español indistintamente como espiritismo.[3] En la actualidad el spiritism inglés es totalmente indistinguible del spiritisme francés.

Sin embargo, la utilización del término, cuya raíz es común a diversas naciones occidentales de origen latino o anglosajón, hizo que él fuese incorporado rápidamente al uso cotidiano para designar todo lo que tenia relación con la comunicación con los espíritus. Así por espiritismo, hoy se identifica a las varias doctrinas religiosas y filosóficas que creen en la sobrevivencia del espíritu (alma) después de la muerte del cuerpo físico, y, principalmente, en la posibilidad de comunicar con ellos, causal o deliberadamente, vía rituales o naturalmente.

Fundamentos principales [editar]Los principios fundamentos del espiritismo contenidos en sus obras fundamentales son:[2] [4]

La existencia y unicidad de Dios
La existencia de los espíritus: El hombre es un espíritu ligado a un cuerpo (mediante una conexión denominada periespíritu). Los espíritas definen con el término alma al espíritu cuando esta ligado a un cuerpo (es decir cuando esta encarnado). El espíritu es un ser inteligente, individual (antes y después de la muerte) e inmortal.
La reencarnación: es el proceso natural que permite vivir sucesivas veces; según el espiritismo con la función de permitir el perfeccionamiento de los espíritus, vinculada a una ley de causa y efecto.
Comunicabilidad de los espíritus (mediumnidad): La posibilidad de comunicar con los espíritus encarnados (vivos) y desencarnados (muertos) mediante la mediumnidad.
Ley de causa y efecto, comprendida como mecanismo de retribución ética universal a todos los espíritus, según la cual nuestra condición actual es el resultado de nuestros actos pasados.
La pluralidad de mundos habitados. La tierra no es el único planeta con vida en el universo.
Además de esto se pueden aceptar como características secundarias:[4]

El concepto de creación igualitaria de todos los espíritus, “simples e ignorantes” en su origen, y destinados invariablemente a la perfección, con aptitudes idénticas para el bien o para el mal, dado el libre albedrío (Este concepto derriba la creencia en ángeles o demonios como seres creados aparte y condenados eternamente al bien o al mal)[5]
La noción de que los espíritus son responsables de sus actos durante toda su existencia.
Evolución o progreso del espíritu en un proceso análogo y complementario de la evolución biológica.
No existe el cielo, el infierno o purgatorio, el estado intelectual, moral y psicológico del individuo determina su felicidad o infelicidad relativas después de la muerte.[6]
Jesús es considerado por los espíritas como un modelo y guía moral para la humanidad.[7] El espiritismo no acepta el dogma de la Santísima Trinidad, considera que Jesús es un espíritu al igual que los hombres, pero en un estado evolutivo muy superior.
La moral de Cristo, contenida en el Evangelio, es el camino para la evolución segura de todos los hombres, y su práctica es la solución para todos los problemas humanos y es el objetivo a ser alcanzado por toda la humanidad.
Caracteres de las reuniones espíritas[4] [8] [editar]Ausencia de jerarquía sacerdotal. No hay ningún hombre que sea intermediario entre Dios y los hombres.
Total ausencia de culto a imágenes, altares, etc.
Ausencia de cualquier ritual: bautismo, casamiento, etc.
Incentivo al respeto y tolerancia de todas las religiones. Este hecho mas la flexibilidad del espiritismo hace que este sea mantenido como una segunda religión por muchos.
Incentivo de la instrucción y educación científica, filosófica y moral. En el espiritismo la lectura de libros y el estudio es muy importante.[9]
Incentivo de la practica de la solidaridad y del perfeccionamiento moral del individuo.
La práctica espírita es gratuita y sin ánimo de lucro.
Obras básicas[10] [editar]Los historiadores Henri Sausse,[11] Francisco Thiesen y Zêus Wantuil,[3] [12] coinciden en el hecho de que Allán Kardec no fue el autor intelectual de la mayor parte de lo contenido en las obras básicas. Él recibió en 1855 de Carlotti y de un grupo de seguidores, 50 cuadernos conteniendo relatos de experiencias y comunicaciones diversas, obtenidas a través de diversos médiums, de almas que se decían personas muertas. Allán Kardec analizó, ordenó y completó, con la información concordante obtenida de los espíritus «a través de diversos médiums, desconocidos entre sí, y en distintas partes del mundo»,[2] organizando estos trabajos en 5 obras, consideradas básicas para el espiritismo.

Puede considerarse que los verdaderos autores de la mayor parte de los textos espiritistas han sido los espíritus (o los médiums, según lo que prefiera el lector). Los espíritas reconocen a Allán Kardec como el codificador de la doctrina espírita, no como el creador de la misma.

Las 5 obras básicas, conocidas como Pentateuco kardecista son:

El libro de los espíritus [editar]Primera edición: 18 de abril de 1857

En su primera página se lee: «Contiene: los principios de la doctrina espírita. Sobre la inmortalidad del alma, la naturaleza de los espíritus y sus relaciones con los hombres, las leyes morales, la vida presente, la vida futura y el porvenir de la humanidad, según la enseñanza dada por los espíritus superiores con la ayuda de diversos médiums. Recopilada y puesta en orden por Allán Kardec».[2]

Este libro se ordena en forma de preguntas y respuestas abarcando los mas diversos temas con sus 1019 preguntas.

El libro de los médiums [editar]Primera edición: enero de 1861

En su portada se establece su contenido: «Guía de los médiums y de los evocadores. Contiene la enseñanza de los espíritus sobre la teoría de todos los géneros de manifestaciones, los medios de comunicarse con el mundo invisible, el desarrollo de la mediumnidad, las dificultades y los escollos que se pueden encontrar en la practica del espiritismo. Continuación de “El libro de los espíritus”; por Allán Kardec».[13]

Esta obra trata de las manifestaciones espíritas y de los médiums, por tanto, de la parte fenoménica del espiritismo, y lo caracteriza como «ciencia» de observación que analiza las relaciones entre el mundo corpóreo y el mundo invisible o espiritual.

El Evangelio según el espiritismo [editar]Primera edición: abril de 1864

«Contiene la explicación de las máximas morales de Cristo, su concordancia con el espiritismo y su aplicación a las diversas posiciones de la vida».[14]

En su contratapa de la edición moderna (2001) se lee: «Esta obra define la esencia religiosa de la doctrina espírita, como verdadero cristianismo, restaurado por la interpretación que los espíritus dieron a los textos evangélicos. Ella muestra el poder del amor en las mas diversas situaciones de la vida, cuando dejamos que ese sentimiento divino guíe nuestras manos y nuestros pasos, para servir al prójimo, resultando de ello que todo se equilibre a nuestro alrededor».

El cielo y el infierno [editar]Titulo original: El cielo y el infierno o la justicia divina según el espiritismo Primera edición: agosto de 1865

«Contiene: El examen comparado de las doctrinas sobre el transito de la vida corporal a la vida espiritual, las penas y las recompensas futuras, los ángeles y los demonios, las penas eternas, etc., seguido de numerosos ejemplos sobre la situación real del alma durante y después de la muerte. Además entre otros como la revista espírita y algunos otros literarios en su doctrina espírita».[6]

¿Cuál es el destino del hombre después de la muerte física? ¿Cuáles serían las causas del temor a la muerte? ¿Existe el Cielo y el Infierno? ¿Merece crédito la antigua creencia en los ángeles y demonios? ¿Cómo procede la justicia divina? Estas y otras cuestiones relacionadas son debidamente esclarecidas, en la primera parte de esta obra, a la luz de la lógica y de las enseñanzas de los espíritus. En la segunda parte, titulada «Ejemplos Kardec» registra numerosas comunicaciones de espíritus: clasificados por categorías, tales como: felices, sufridores, arrepentidos, endurecidos y suicidas- que ejemplifican la doctrina expuesta anteriormente.

La Génesis [editar]Titulo original: La génesis, los milagros y las profecías según el espiritismo.
(El artículo femenino «la» se utiliza para diferenciarlo del Génesis bíblico).

Primera edición: enero de 1868

Trata asuntos como: Dios y la visón de los hombres sobre su existencia y naturaleza, la Providencia Divina, el bien y el mal, el espacio y el tiempo, la formación de los mundos, la génesis orgánica y la génesis espiritual, los milagros y su explicación, la superioridad de la naturaleza de Jesús y la desaparición de su cuerpo, y muchos otros asuntos.[15]

Historia [editar] Antecedentes [editar]Desde la Antigüedad la humanidad ha creído posible comunicarse con los espíritus de los muertos. En la Grecia antigua, se daba por cierto que los difuntos habitaban en el Hades y era posible entrar en contacto con ellos mediante rituales mágicos. En La Odisea, de Homero, Odiseo llega al Hades y lleva a cabo un ritual, según lo indicado por la hechicera Circe, con lo cual logra hablar con el espíritu de su padre y con los de sus compañeros muertos en Troya. Asimismo, los chamanes de los pueblos originarios de Asia y Oceanía afirmaban tener la capacidad de comunicarse con los espíritus de los difuntos.

Durante la Edad Media, se mantuvo la creencia de que los espíritus regresaban regularmente al mundo de los vivos y se multiplicaron los cuentos de fantasmas. En Hamlet, el dramaturgo William Shakespeare presenta al fantasma del rey asesinado demandando venganza al protagonista, su hijo. Ese tipo de aparición estaba registrada en muchos relatos anteriores a la época de Shakespeare, pero no consta que hubiera una práctica propiamente espiritista para establecer la comunicación con los muertos.

El espiritismo en el siglo XIX [editar]Durante el siglo XIX se suscitó en Estados Unidos una creciente oleada de fenómenos mediúmnicos que luego extendió sus prácticas y conocimientos a varios países europeos. En el año 1848, se reportó en la localidad de neoyorkina de Hydesville, Estados Unidos, el primer caso de un fenómeno poltergeist.

En 1854, en París, Francia, el espiritista Allán Kardec se abocó al estudio de este tipo de fenómenos paranormales, en particular, las manifestaciones de las llamadas «mesas giratorias». Las explicaciones de las causas de estos fenómenos, al igual que el sistema filosófico derivado de aquéllas, sentó las bases del espiritismo.

La doctrina filosófica del espiritismo propone el diálogo entre las tres formas clásicas de conocimiento: científico, filosófico y moral a la hora de alcanzar un conocimiento amplio y profundo de la realidad. El espiritismo postula que las religiones son incapaces de mejorar a los hombres en un sentido moral dado que son instituciones falibles, producto de la propia falibilidad humana. La ciencia, al mismo tiempo, al haber evolucionado y alcanzado gran prestigio en la sociedad a través de los adelantos tecnológicos, sanitarios, económicos, entre otros, contribuye a aumentar la incredulidad de la gente en la espiritualidad. Esta «tendencia indeseable», según Kardec, debía ser revertida mediante un nuevo paradigma para entender la realidad. Sus características principales serían:

Proporcionar acceso al conocimiento para toda las personas, limitando de esta manera los supuestos excesos de academicismo o hermetismo de la ciencia y la filosofía del siglo XIX.
La relación humana con lo espiritual no necesita ninguna mediación institucional. Una espiritualidad natural es suficiente y es más apropiada para la realización humana.
Esa propuesta derivó en la publicación en 1857 de El libro de los espíritus. Este volumen supone el comienzo del movimiento espiritista (o espírita) contemporáneo. En los años que siguen, Kardec publicó numerosos libros, como El libro de los médiums (1861), El evangelio según el espiritismo (1864), El Cielo y el Infierno o la justicia divina según el espiritismo (1865) y Génesis, los milagros y las profecías según el espiritismo (1868). En 1858 fundó la Revista Espírita, de la que fue director hasta 1869 (año de su muerte).

Muchas personas de renombre de Europa y los Estados Unidos gradualmente abrazaron el espiritismo como una explicación lógica de la realidad, incluso de temas relacionados con la trascendencia, como Dios y la vida después de la muerte. Miles de sociedades espiritistas fueron creadas en ambos continentes, y en algunos países como España, la disciplina Espiritismo fue candidata a integrar los programas regulares de segunda enseñanza y de las facultades de ciencias, y de filosofía y letras.

El espiritismo en los siglos XX y XXI [editar]Con la ascensión de regímenes totalitarios en muchas naciones europeas, una fuerte represión ocurrió en el continente entero sobre el movimiento espiritista, al igual que con otros movimientos filosóficos, sociales y políticos. Las dos Guerras Mundiales, en la primera mitad del siglo XX fueron un golpe del que aún no se ha recuperado el movimiento espiritista en la mayor parte de Europa.

En América Latina, el espiritismo se expande en una corriente que intenta mantenerse fiel al proyecto inicial de Kardec y otra de carácter netamente religioso.

La primer corriente, con foco en Argentina, postula al espiritismo como ciencia-filosofía-moral. La segunda corriente, con base en Brasil, es de grandes dimensiones y postula al espiritismo como ciencia-filosofía-religión, sobre la base del catolicismo y el roustangismo.

Si bien ambas corrientes comparten el mismo nombre "espiritismo", sus desarrollos, proyectos y razonamientos divergen sustancialmente hasta el punto de constituir dos espacios diversos y, en lo esencial, contradictorios.

Críticas [editar] Espiritismo como pseudociencia [editar]El espiritismo es considerado una pseudociencia o superstición en los ámbitos científicos y escépticos. El físico y epistemólogo Mario Bunge, en su libro Investigación científica (1969), lo incluye en su listado de pseudociencias por no cumplir con los requisitos básicos de la metodología científica. Por otra parte, el ilusionista James Randi ofrece un premio de un millón de dólares a cualquiera que logre demostrar fehacientemente la existencia de un fenómeno o poderes paranormales —incluyendo el tipo de manifestaciones de los que se ocupa el espiritismo— pero el premio está desierto desde que se ofreció.

El espiritismo en la cultura popular [editar]Muchas personas han tenido contacto con prácticas que intentan el contacto con los muertos a través de prácticas adivinatorias como el juego de la copa o la tabla ouija. Los espiritistas, sin embargo, afirman que este tipo de técnicas no forman parte del cuerpo doctrinal del espiritismo.

ROSACRUZ






Rosacruz


El Templo de la Rosa Cruz, de Teófilus Schweighardt Constantiens, 1618El término rosacruz se refiere a una legendaria orden secreta que data del siglo XV o del XVII, generalmente asociada al símbolo de la Rosa Cruz. Diversas organizaciones esotéricas modernas, normalmente denominadas fraternidades u órdenes, que usan rituales relacionados con la francmasonería se reinvindican herederas de la legendaria Orden Rosacruz del siglo XVII.

La Orden Rosacruz fue fundada, según ciertas leyendas, por Christian Rosenkreuz, caballero del siglo XV.

El símbolo que identifica a la Orden está normalmente compuesto de una o más rosas decorando una cruz. En algunos casos se usa una cruz envuelta por una corona de rosas; junto al símbolo puede aparecer un triángulo doble o una estrella. En otros casos es simplemente una cruz con una rosa en el centro. Algunas veces la rosa o la cruz están adornadas con símbolos cabalísticos y alquímicos. El símbolo varía dependiendo de la fraternidad en cuestión.

«Rosa-cruz» también designa al séptimo y último grado de la cuarta orden del rito masónico francés y el grado dieciocho en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado denominado "Soberano Príncipe Rosacruz, caballero del águila y el pelícano", que tiene como símbolos principales el pelícano, la rosa y la cruz. La expresión «Rosa-Cruz» puede designar asimismo al miembro que tiene el grado de Caballero Rosacruz.

El rosacrucismo suele denominarse igualmente cristianismo esotérico.

Leyenda e historia [editar]Según la leyenda rosacruz, la orden tiene sus orígenes en Christian Rosenkreuz, nacido en 1378 en Alemania. A partir de 1393, visitó Damasco, Palestina, Tierra Santa, Egipto y Marruecos, donde estudió con maestros de las artes ocultas.

A su retorno a Alemania en 1407, fundó la Orden Rosa-Cruz, un pequeño grupo de no más de ocho personas. Cuando Christian Rosenkreuz murió en 1484, la orden se extinguió y la localización de su tumba permaneció desconocida hasta 1604, fecha en que fue redescubierta y la orden «renacida».

La existencia o no de Christian Rosenkreuz divide a los rosacruces. Algunos la aceptan, otros la consideran una parábola y otros lo ven como un seudónimo usado por personajes realmente históricos (como Francis Bacon, por ejemplo).

Históricamente la Orden tuvo su inicio con la publicación de Fama Fraternitas Rosae Crucis en 1614. Otros dos documentos importantes en la fundación de la orden rosacruz fueron: Confession Fraternitatis (1615) y The Chymical Marriage of Christian Rosenkreuz (1616).

La publicación de estos textos provocó inmensa excitación por toda Europa, dando lugar a innumerables reediciones y la puesta en circulación de diversos panfletos relacionados con los textos, si bien los autores de tales panfletos poco o nada sabían sobre las intenciones reales del autor original de los textos, cuya identidad es desconocida. También existen fuentes que los atribuyen, así como la creación del término Orden Rosacruz, al teólogo Johann Valentin Andreae (1586-1654).

Según algunos historiadores, la orden rosacruz fue creada bajo inspiración protestante para ser un contrapunto a la Compañía de Jesús de la Iglesia Católica.

Es asimismo significativa la influencia de los rosacruces en la masonería.

Tradiciones [editar]Tradicionalmente, los rosacruces se dicen herederos de tradiciones antiguas que se remontan a la alquimia medieval, al gnosticismo, al ocultismo, al hermetismo del antiguo Egipto, a la Cábala judía y al neoplatonismo.

El historiador y teórico de ritualismo masónico, Jean Marie Ragon, que hizo un interesante aporte a la masonería francesa de mediados del siglo XIX, considera que el grado XVIII de la masonería, Muy Soberano Príncipe Rosacruz, fue codificado por los jesuitas para poder manipular desde dentro la masonería. Esta teoría -nunca comprobada con documentos- fue también sustentada por otros estudiosos posteriores de la tradición masónica como Helena Blavatsky y criticada por analistas como el francés René Guénon.

Principios [editar]De un modo general, los rosacruces defienden la fraternidad entre todos los seres humanos. Para los rosacruces, los seres humanos pueden desarrollar sus potencialidades para hacerse mejores, más sabios y felices.

Estos objetivos, según los rosacruces, pueden ser alcanzados por medio de un cambio personal de pensamientos, hábitos y sentimientos. Según ellos, esto sólo es posible si se elimina el velo de ignorancia que cubre los ojos de los hombres.

La recompensa de aquellos que consiguen este objetivo, que es de naturaleza espiritual, es una paz profunda consigo mismo. Estado éste que se irradia desde el individuo y alcanza a todas las personas alrededor, produciendo en todos una repercusión positiva.

Principales organizaciones rosacruces en la actualidad [editar]Las órdenes rosacruces, denominadas fraternidades, normalmente se organizan en una estructura de tipo masónico formada por grados, los cuales son alcanzados por el aspirante a través de iniciaciones.

A finales del siglo XIX y principios del XX, varios grupos se autodenominaron rosacruces. Casi todos proclaman ser los herederos de una tradición histórica rosacruz. En 1982 las múltiples organizaciones autodenominadas rosacruces afirmaban contar con seis millones de miembros.

PITAGORICOS






Los pitagóricos eran una organización griega de astrónomos, músicos, matemáticos y filósofos, que creían que todas las cosas son, en esencia, números. El grupo mantuvo en secreto el descubrimiento de los números irracionales, y la leyenda cuenta que un miembro fue ahogado por no mantener el secreto (véase Hipaso de Metaponto).

El pentagrama (estrella de cinco puntas) fue un importante símbolo religioso usado por los pitagóricos, que lo denominaban "salud".

Cosmología pitagórica [editar]
Busto de PitágorasEl pensamiento pitagórico estaba dominado por las matemáticas, a la vez que era profundamente místico. En el área de la cosmología no hay acuerdo sobre si el mismo Pitágoras impartía enseñanzas, pero muchos eruditos creen que la idea pitagórica de la transmigración del alma es demasiado importante para haber sido añadida por un seguidor posterior a Pitágoras. Por otra parte, es imposible determinar el origen de la doctrina pitagórica de la sustancia. Parece que la doctrina de Anaximandro sobre la última sustancia de las cosas como "lo ilimitado". Un pupilo de Anaximandro, Anaxímenes, contemporáneo de Pitágoras, dio una explicación de cómo lo "ilimitado" según Anaximandro tomó forma, por condensación y refracción. Por otra parte, la doctrina pitagórica dice que mediante la noción de "límite" lo "ilimitado" toma forma.


Pentagrama incluido en el libro De occulta philosophia libri tres (Tercer libro de filosofía oculta) de Enrique Cornelio Agripa.Diógenes Laercio (sobre 200 d. C.) cita el libro Sucesiones de Filósofos de Alejandro Polyhistor (sobre 100 aC). Según Diógenes, Alejandro tuvo acceso a un libro llamado La memoria pitagórica en su relato de cómo fue construida la cosmología pitagórica:

El principio de todas las cosas es la mónada o unidad; de esta mónada nace la dualidad indefinida que sirve de sustrato material a la mónada, que es su causa; de la mónada y la dualidad indefinida surgen los números; de los números, puntos; de los puntos, líneas; de las líneas, figuras planas; de las figuras planas, cuerpos sólidos; de los cuerpos sólidos, cuerpos sensibles, cuyos componentes son cuatro: fuego, agua, tierra y aire; estos cuatro elementos se intercambian y se transforman totalmente el uno en el otro, combinándose para producir un universo animado, inteligente, esférico, con la tierra como su centro, y la tierra misma también es esférica y está habitada en su interior. También hay antípodas, y nuestro ‘abajo' es su ‘arriba'.

Diógenes Laercio, Vitae philosophorum VIII, 24.
Esta cosmología inspiró al gnóstico árabe Monoimus, que combinó este sistema con el monismo y otros aspectos de su propia cosmología.

Desarrollo histórico [editar]Después de los milesios, el primer núcleo filosófico importante son los pitagóricos. Tras las luchas políticas de mediados del siglo V a. C., la escuela pitagórica fundada en Crotona (Italia) es destruida y la emigración de los pitagóricos y de sus doctrinas se realiza hacia la metrópoli, donde hacia esa época comenzaron a difundirse. A fines del siglo VI a. C. la filosofía se traslada de las costas de Jonia a las de la Magna Grecia, al sur de Italia y a Sicilia, y se constituye lo que Aristóteles llamó la escuela itálica.

Misticismo y Ciencia [editar]Pocos rasgos hay, que distingan aquí el pitagorismo de una simple religión mistérica pero los pitagóricos figuraban, en el siglo V, entre los principales investigadores científicos. Pitágoras se interesó tanto por la ciencia como por el destino del alma. La religión y la ciencia no eran para él dos compartimentos separados sin contacto alguno, sino más bien constituían los dos factores indisociables de un único estilo de vida. Las nociones fundamentales que mantuvieron unidas las dos ramas que más tarde se separaron, parecen haber sido las de contemplación, el descubrimiento de un orden en la disposición del universo, y purificación. Mediante la contemplación del principio de orden manifestado en el universo, especialmente en los movimientos regulares de los cuerpos celestes, y asemejándose asimismo a ese orden, se fue purificando progresivamente el hombre hasta terminar por liberarse del ciclo del nacimiento y adquirir la inmortalidad.

Biografía de Pitágoras [editar]
Pitágoras en una monedaVéase también: Pitágoras
Pitágoras nace en el 570 a. C. proveniente del Asia menor (Isla de Samos). Luego más tarde se traslada a Crotona al ser desterrado por Polícrates de Samos. Se le atribuyen varios viajes a oriente, entre otros a Persia, donde hubo de conocer al mago Zaratás, es decir, a Zoroastro o Zaratustra. De los egipcios heredó la Geometría y el arte de la adivinación; de los fenicios aprendió la aritmética y el cálculo; y de los caldeos la investigación de los astros. Además obtuvo una formación y disciplina de los sacerdotes egipcios. Dentro de la comunidad que él fundó (pitagóricos), se le atribuían todas la investigaciones realizadas.

Del Pitagorismo al Neopitagorismo [editar]Véase también: Neopitagorismo
Los pitagóricos se establecieron en una serie de ciudades de la Italia continental y de Sicilia, y luego pasaron también a la Grecia propia. Formaron una liga o secta, y se sometían a una gran cantidad de extrañas normas y prohibiciones; no comían carne ni habas, ni podían usar vestido de lana, ni recoger lo que se había caído, ni atizar el fuego con un hierro, etc. Resulta difícil comprender el sentido de estas normas, si es que tenían alguno. Algunos comentaristas tardíos como San Hipólito del siglo III se refieren a esta secta con adeptos que se distinguían entre novicios e iniciados. Los primeros solo podían escuchar y callar (exotéricos y acústicos) mientras que los segundos (esotéricos o matemáticos) podían hablar y expresar lo que pensaban acerca de las cuestiones científicas de las que se ocupaba la escuela.

La liga pitagórica tenía una tendencia contraria a la aristocracia; pero acabó por formar una e intervenir en política. Como consecuencia de esto, se produjo una violenta reacción democrática en Crotona, y los pitagóricos fueron perseguidos, muchos de ellos muertos, y su casa incendiada. El fundador logró salvarse, y murió, según se dice, poco después. Más tarde alcanzaron los pitagóricos un nuevo florecimiento, llamado el neopitagorismo, llevado a cabo por nuevas mentes que se basaban en conocimientos pitagóricos para aplicaciones modernas

Doctrina [editar]Pero más que esto interesa el sentido de la liga pitagórica como tal. Constituía propiamente una escuela (en griego escuela significa ocio). Esta escuela está definida por un modo de vivir de sus miembros, gentes emigradas, expatriadas; forasteros, en suma. Según el ejemplo de los juegos olímpicos, hablaban los pitagóricos de tres modos de vida: el de los que van a comprar y vender, el de los que corren en el estadio y el de los espectadores que se limitan a ver. Así viven los pitagóricos, forasteros curiosos de la Magna Grecia, como espectadores. Es lo que se llama el bios teoretiós, la vida teorética o contemplativa. La dificultad para esta vida es el cuerpo, con sus necesidades, que sujetan al hombre. Es menester liberarse de esas necesidades. El cuerpo es una tumba (soma sema), dicen los pitagóricos. Hay que superarlo, pero sin perderlo. Para esto es necesario un estado previo del alma, que es el entusiasmo, es decir, endiosamiento. Aquí aparece la conexión con los órficos y sus ritos, fundados en la manía (locura) y en la orgía. La escuela pitagórica utiliza estos ritos y los transforma. Así se llega a una vida suficiente, teorética, no ligada a las necesidades del cuerpo, un modo de vivir divino. El hombre que llega a esto es el sabio, el sophós (parece que la palabra filosofía o amor a la sabiduría, más modesta que sofía, surgió por primera vez de los círculos pitagóricos). El perfecto sophós es al mismo tiempo el perfecto ciudadano; por esto el pitagorismo crea una aristocracia y acaba por intervenir en política. Los pitagóricos seguían una dieta vegetariana[1] a la que llamaban por aquel entonces dieta pitagórica.

Números y figuras geométricas [editar]
Pentagrama: los pitagóricos usaron este símbolo como un signo secreto para reconocerse unos a otros. Representa el número cinco, la vida, el poder y la invulnerabilidad.Una visión en conjunto de las contribuciones matemáticas que se atribuyen a los pitagóricos produce un marcado contraste, siendo las contribuciones más importantes del grupo del tipo geométricas mientras que las contribuciones aritméticas son pobres y escasas. Este hecho resulta un tanto paradójico si se tiene en cuenta la concepción pitagórica de la omnipotencia del número, esencia de todas las cosas.

Esta aparente contradicción se explica como consecuencia del desciframiento de las tablillas cuneiformes de este siglo. Según Neugebauer, "lo que se llama pitagórico en la tradición griega debería probablemente ser llamado babilonio", pues los pitagóricos habrían aprehendido sus conocimientos matemáticos en la aritmética y en el álgebra de los babilonios. Más tarde, imprimieron estos conocimientos en su propio estilo con un carácter específicamente griego, anteponiendo al carácter operativo e instrumental de los babilonios el rigor lógico y la demostración matemática.

Los pitagóricos hacen el descubrimiento de un tipo de entes, los números y las figuras geométricas que no son corporales, pero que tienen realidad y presentan resistencia al pensamiento; esto hace pensar que no puede identificarse sin más el ser con el ser corporal, lo cual obliga a una decisiva ampliación de la noción del ente. Pero los pitagóricos, arrastrados por su propio descubrimiento, hacen una nueva identificación, esta vez de signo inverso: el ser va a coincidir para ellos con el ser de los objetos matemáticos. Los números y las figuras son la esencia de las cosas; los entes son por imitación de los objetos de la matemática; en algunos textos afirman que los números son las cosas mismas. La matemática pitagórica no es una técnica operatoria, sino antes que ello el descubrimiento y construcción de nuevos entes, que son inmutables y eternos, a diferencia de las cosas variables y perecederas. De ahí el misterio de que se rodeaban los hallazgos de la escuela, por ejemplo el descubrimiento de los poliedros regulares. Una tradición refiere que Hipaso de Metaponto fue ahogado durante una travesía o bien naufragó, castigado por los dioses por haber revelado el secreto de la construcción del dodecaedro.

Por otra parte, la aritmética y la geometría está en estrecha relación: El 1 es el punto, el 2 la línea, el 3 la superficie, el 4 el sólido; el número 10, suma de los cuatro primeros, es la famosa tetraktys, el número capital. Se habla geométricamente de números cuadrados y oblongos, planos, cúbicos, etc. Hay números místicos, dotados de propiedades especiales. Los pitagóricos establecen una serie de oposiciones, con las que las cualidades guardan una extraña relación: lo ilimitado y lo limitado, lo par y lo impar, lo múltiple y lo uno, etc. El simbolismo de estas ideas resulta problemático y de difícil comprensión.

La escuela pitagórica creó también una teoría matemática de la música. La relación entre las longitudes de las cuerdas y las notas correspondientes fueron aprovechadas para un estudio cuantitativo de lo musical; como las distancias de los planetas corresponden aproximadamente a los intervalos musicales, sé pensó que cada astro da una nota, y todas juntas componen la llamada armonía de las esferas o música celestial, que no oímos por ser constante y sin variaciones.

Inmortalidad del alma [editar]Para los pitagóricos la muerte era una necesidad que convenía al devenir (naturaleza) de la vida universal, o como un incomodo bien ante las situaciones de extrema postración humana.

Ante la pregunta, qué es lo que permanece y en donde, en Grecia y en Roma se concebía la muerte como el paso a una segunda existencia, y por tanto no como una extinción definitiva, sino como un cambio de estado que acontece a algo oculto e invencible. Vale resaltar que en Grecia había por así decirlo una religión olímpica y una en donde se creía que después de la muerte había otra vida en donde se encontraba la recompensa al sufrimiento de este mundo.

Los pitagóricos tenían una concepción de unidad de cuerpo y alma, en donde el alma después de la muerte se separaba del cuerpo, esa separación era la misma muerte. Después de la muerte del individuo el alma, que es una especie de sombra fantasmagórica, peregrinaba a través de todo, con el fin de reencarnar sucesivamente en otros cuerpos. Este es el fundamento de la palingenesia, denominada también metempsicosis o trasmigración del alma. Por esta razón los pitagóricos no rechazaban ningún estilo de vida, puesto que el alma podía transitar por cualquiera de ella.

El alma era considerada la antítesis del cuerpo (negación), era el lado de la perfección humana, lo bueno, lo puro, lo racional, y el cuerpo era todo lo que simbolizaba lo malo o lo corruptible.

El Número como principio de todas las cosas [editar]Como dice Aristóteles los pitagóricos se dedicaron a las matemáticas, fueron los primeros que hicieron progresar este estudio y, habiéndose formado en él pensaron que sus principios eran los de todas las cosas.

"Nutridos de ella (la matemática), creyeron que su principio fuera el de todas las cosas. Ya que los números por su naturaleza son los primeros que se presentan en ella, les pareció observar en los números semejanzas con los seres y con los fenómenos, mucho más que en el fuego, o en la tierra o en el agua y como también veían en los números las determinaciones y las proporciones de las armonías y como, por otra parte, les parecía que toda la naturaleza estaba por lo demás hecha a imagen de los números, y que los números son los primeros en la naturaleza, supusieron que los elementos de los números fuesen los elementos de todos los seres y que el universo entero fuese armonía y número. Y todas las concordancias que podían demostrar en los números y en las armonías con las condiciones y partes del universo y con su ordenación total, las recogieron y coordinaron."

Aristóteles.
Tenían el entusiasmo propio de los primeros estudiosos de una ciencia en pleno progreso, y les cultivó la importancia del número en el cosmos: todas las cosas son numerables, y muchas las podemos expresar numéricamente. Así la relación entre dos cosas relacionadas se puede expresar por una proporción numérica; el orden existente en una cantidad de sujetos ordenados se puede expresar mediante números, y así sucesivamente. Pero lo que parece que les impresionó más que nada fue el descubrir que los intervalos musicales que hay entre las notas de la lira pueden expresarse numéricamente. Cabe decir que la altura de un sonido depende del número, en cuanto que depende de las longitudes de las cuerdas, y es posible representar los intervalos de la escala con razones numéricas. A partir de esto surge la idea de cantidad (to pason), lo cuantitativo como principio y esencia de la realidad, es decir, que lo cualitativo se determina en lo cuantitativo.

Pues bien, lo mismo que la armonía musical depende de un número, se puede pensar que la armonía del universo depende también del número. Los cosmólogos milesios hablan de un conflicto universal de los elementos contrapuestos, y los pitagóricos, gracias a sus investigaciones en el campo de la música, tal vez pensasen solucionar el “conflicto” recurriendo al concepto de número. Según Aristóteles, “como vieron que los atributos y las relaciones de las escalas musicales se podían expresar con números, desde entonces todas las demás cosas les parecieron modeladas en toda su naturaleza según los números, y juzgaron que los números eran lo primero en el conjunto de la naturaleza y que el cielo entero era una escala musical y un número”. Mas lo que uno cree entender de los pitagóricos es que quisieron decir que el carácter verdadero no lo determinaba la apariencia sensible sino que lo establece un componente cuantitativo aritmo–geométrico que esta referido tanto al número (cantidad discreta) como a la magnitud (cantidad continua); o sea, que tal ingrediente matemático afecta la cualidad de las cosas.

Este lenguaje matemático no era usado solo para explicar el mundo, también era usado en las entidades excluidas, las que tenían que ver con las esferas subjetivas, el hombre, la justicia, el arte, la medicina y hasta las estaciones, pues todo esto requería de números, proporción y medida. El lenguaje de la realidad es entonces para los pitagóricos, un logos matemático (razón, armonía y medida).

Anaximandro había hecho derivar todo de lo Ilimitado o Indeterminado. Pitágoras combinó esta noción con la de límite, que da forma a lo ilimitado. Ejemplo de todo ello es la música (y también la salud, en la que el límite es la templanza, cuyo resultado es una sana armonía). La proporción y la armonía de los sones musicales son expresables aritméticamente. Transfiriendo estas observaciones al mundo en general, los pitagóricos hablaron de la armonía cósmica. Y, no contentos con recalcar la importancia de los números en el universo, fueron más lejos y declararon que las cosas son números.

Evidentemente, tal doctrina no es de fácil comprensión. Se hace duro decir que todas las cosas son números. ¿Qué entendían por ello los pitagóricos? En primer lugar, ¿qué entendían por números o qué es lo que pensaban acerca de los números?. Aristóteles nos informa que “los pitagóricos sostenían que los elementos del número son lo par y lo impar, y que, de estos elementos, el primero es ilimitado y el segundo limitado; la unidad, el uno, procede de ambos (pues es a la vez par e impar), y el número procede del uno; y el cielo todo, es números”. Los pitagóricos consideraron los números espacialmente. La unidad es el punto, el dos es la línea, el tres la superficie, el cuatro el volumen. Decir que todas las cosas son números significaría que “todos los cuerpos constan de puntos o unidades en el espacio, los cuales, cuando se los toma en conjunto, constituyen un número”.

La Tetraktys: el número diez [editar]
Tetraktys: figura triangular consistente en diez puntos colocados en cuatro líneas: un, dos, tres, y cuatro puntos en cada fila. Símbolo místico que representa el número diez.La tetraktys, figura que tenían por sagrada, indica que los pitagóricos consideraban así los números. Esta figura demuestra que el 10 resulta de sumar 1+2+3+4,o sea, que es la suma de los cuatro primero números enteros. Por ella hacían el juramento transmitido como pitagórico, hecho en nombre de Pitágoras mismo, pero sin nombrarlo, “por quién transmitió a nuestra alma la tetraktys”. La tetraktys es el número perfecto y la clave de la doctrina. Es posible que jugase también un papel en los distintos grados de la metamorfosis del alma.

El diez tiene el sentido de la totalidad, de final, de retorno a la unidad finalizando el ciclo de los nueve primeros números. Para los pitagóricos es la santa tetraktys, el más sagrado de todos los números por simbolizar a la creación universal, fuente y raíz de la eterna naturaleza; y si todo deriva de ella, todo vuelve a ella. Es pues una imagen de la totalidad en movimiento.

La tetraktys forma un triángulo de 10 puntos colocados en cuatro líneas, de la forma siguiente:




La Santa Tetraktys pitagórica
La Unidad: Lo Divino, origen de todas las cosas. El ser inmanifestado.
La Díada: Desdoblamiento del punto, origen de la pareja masculino-femenino. Dualismo interno de todos los seres.
La Tríada: Los tres niveles del mundo: celeste, terrestre, infernal, y todas las trinidades.
El Cuaternario: los cuatro elementos, tierra, aire, fuego y agua, y con ellos la multiplicidad del universo material.

El conjunto constituye la Década, la totalidad de Universo: 4: 1 + 2 + 3 + 4 = 10 = 1 + 0 = 1.

Todo es Número: el número como explicación de la realidad [editar]Además los pitagóricos, concebían los números con un carácter pedagógico, pues como ellos no hay otros que tengan mayor capacidad explicativa. El número tenía un sentido genérico y decisivo en la construcción del cosmos. El comienzo es lo Uno (monas), es indeterminada y de naturaleza divina, semejante al apeiron de Anaximandro. De lo uno limitado (denominado así porque no es aún una dualidad numérica o completa, pues lo uno no es el uno cuantitativo, sino un género supremo), surge la díada indefinida (aoristos duas). Pues de la unión de estos dos surge el uno y el dos numérico, es decir, de lo uno el uno y de lo uno y de la díada indefinida el dos. Por extensión surgen los demás números.

Lo uno debemos entenderlo como identidad en tanto la propiedad que tienen las cosas de ser ellas mismas, la díada debemos entenderla como las diferencias pues es en este pensamiento el que liga la identidad con la diferencia, que asume la unidad y la dualidad como los elementos de lo verdadero.

Éurito solía representar los números con piedrecillas, y por este procedimiento, obtenemos los números “cuadrados” y los números “triangulares”.




En efecto, si partiendo de la unidad vamos añadiendo sucesivamente los números impares conforme al “gnomon”, obtenemos los números cuadrados;
mientras que si partimos de dos y le vamos añadiendo los números pares, obtenemos los números triangulares.



n(n + 1)/2
Esta costumbre de representar los números o relacionarlos con la geometría ayuda a comprender por qué los pitagóricos consideraban las cosas como números y no sólo como numerables: transferían sus concepciones matemáticas al orden de la realidad material. Por la yuxtaposición de puntos se engendra la línea, la superficie es engendrada por la yuxtaposición de varias líneas y el cuerpo por la combinación de superficies. Puntos, líneas y superficies son las unidades reales que componen todos los cuerpos de la naturaleza, y en este sentido todos los cuerpos deben ser considerados como números. Cada cuerpo material es una expresión del número cuatro, puesto que resulta como un cuarto término de tres clases de elementos constitutivos (puntos, líneas y superficies).

Noción de límite y armonía [editar]Para los pitagóricos, el cosmos limitado o mundo, está rodeado por el inmenso o ilimitado cosmos (el aire), y aquél lo “inhala”. Los objetos del cosmos limitado, no son, pues, pura limitación, sino que tienen mezcla de lo ilimitado. Los pitagóricos al considerar geométricamente los números, los concebían también como productos de lo limitado y lo ilimitado (por estar compuestos de lo par y lo impar). Identificándose el par con lo ilimitado y lo impar con lo limitado. Una explicación complementaria puede verse en el hecho de que los gnómones impares conservan su forma cuadrada fija (limitada), mientras que los pares presentan una forma rectangular siempre cambiante (ilimitada).

Para los Pitagóricos, no sólo la tierra era esférica, sino que no ocupaba el centro del universo. La tierra y los planetas giraban a la vez que el sol en torno al fuego central o “corazón del Cosmos” (identificado con el número uno).

Para ellos la esencia de las cosas era la Armonía de los contrarios lo cual constituía el limite que determina el ser preciso de las cosas en tanto que todo ser lo es dentro de determinados acontecimientos figuradores. La forma, progresión, armonía corporal no son caprichosos sino que son reglas que se ajustan a determinadas medidas proporcionales (armonía), pues el límite es control ante los desmanes, la cordura frente a las pretensiones desmedidas. Así, de esta manera, el límite constituía el equilibrio y la armonía, la fuerza que unía los contrarios.

Crisis del racionalismo numérico [editar]El pensamiento pitagórico se levanta sobre una estructura matemático–racional. Lo que no sabían es que desde el mismo ámbito matemático provendría un descubrimiento que pondría en crisis aquellos fundamentos, pues se trataba del descubrimiento de lo irracional, de la raíz cuadrada de dos. Los pitagóricos supieron que el número podía medirlo todo, entendiendo por medir lo que para ellos es expresable en su naturaleza mediante un número entero o razones entre números enteros. Pues esta convicción no era aplicable a la relación entre los lados de un cuadrado y la diagonal, pues los pitagóricos encontraron que en el caso del lado y la diagonal del cuadrado no existe ningún patrón que los mida exactamente a ambos.

Este hallazgo de los pitagóricos tiene una gran incidencia negativa en la escuela, ya que cuestionaba los cimientos de su racionalismo numérico en el cual tenían afianzado su convencimiento de la gran coherencia interior y la solidez de su doctrina, pues encontraron que la relación entre el lado y la diagonal de un cuadrado no se podía someter a la perfección que era el Número, lo cual causó grandes desequilibrios entre los pitagóricos.

GNOSTICISMO

Gnosticismo
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Para otros usos de este término, véase Gnosis.
No confundir con agnosticismo.

Codex IV de Nag Hammadi.El gnosticismo es un conjunto de corrientes sincréticas filosófico-religiosas que llegaron a mimetizarse con el cristianismo en los tres primeros siglos de nuestra era, convirtiéndose finalmente en un pensamiento declarado herético después de una etapa de cierto prestigio entre los intelectuales cristianos. En efecto, puede hablarse de un gnosticismo pagano y de un gnosticismo cristiano, aunque el más significativo pensamiento gnóstico se alcanzó como rama heterodoxa del cristianismo primitivo.

El término proviene del griego Γνωστικισμóς (gnostikismós); de Γνωσις (gnosis): ‘conocimiento’.

Introducción [editar]El gnosticismo cristiano, pagano en sus raíces, llegaba a presentarse como representante de su tradición más pura. El texto gnóstico Eugnosto el beato parece ser anterior al nacimiento de Cristo.

La enorme diversidad de doctrinas y "escuelas gnósticas" hace difícil hablar de un solo gnosticismo. Algunos denominadores comunes de su pensamiento, no obstante, podrían ser:

Su carácter iniciático, por el cual ciertas doctrinas secretas de Jesucristo estaban destinadas a ser reveladas a una élite de iniciados. De esta forma, los gnósticos cristianos reclaman constituir testigos especiales de Cristo, con acceso directo al conocimiento de lo divino a través de la gnosis o experimentación introspectiva a través de la cual se podía llegar al conocimiento de las verdades trascendentales. La gnosis era pues la forma suprema de conocimiento, solamente al alcance de iniciados.
El mismo conocimiento de las verdades trascendentes producía la salvación. Según las diversas corrientes, la importancia de practicar una vida cristiana podía variar, siendo en cualquier caso algo secundario.
Su carácter dualista, por el cual se hacía una escisión tajante entre la materia y el espíritu. El mal y la perdición estaban ligados a la materia, mientras que lo divino y la salvación pertenecían a lo espiritual. Por esa razón no podía existir salvación alguna en la materia ni en el cuerpo. El ser humano sólo podía acceder a la salvación a través de la pequeña chispa de divinidad que era el alma o espíritu. Sólo a través de la conciencia de la propia alma, de su carácter divino y de su acceso introspectivo a las verdades trascendentes sobre su propia naturaleza podía el alma liberarse y salvarse. Esta experimentación casi empírica de lo divino era la gnosis, una experiencia interna del alma. Aquí se puede ver en el platonismo un antecedente claro del gnosticismo, tanto en su dualismo materia-espíritu, como en su forma instrospectiva de acceder al conocimiento superior, siendo la gnosis una versión religiosa de la mayéutica de Sócrates. Este dualismo también prefigura el futuro maniqueísmo.
Su peculiar cristología: Siendo la materia el anclaje y origen del mal, no es concebible que Jesucristo pudiera ser un ser divino y asociarse a un cuerpo material a la vez, puesto que la materia es contaminadora. Por esa razón surge la doctrina del Cuerpo aparente de Cristo, según la cual la Divinidad no pudo venir en carne sino que vino en espíritu mostrando a los hombres un cuerpo aparentemente material (docetismo). Otras corrientes sostienen que Jesucristo fue un hombre vulgar que en la época de su ministerio fue levantado, adoptado por una fuerza divina (adopcionismo). Otras doctrinas afirman que la verdadera misión de Cristo era transmitir a los espíritus humanos el principio del autoconocimiento que permitía que las almas se salvaran por sí mismas al liberarse de la materia. Otras enseñanzas proponían incluso que Jesús no era un ser divino.
Peculiares enseñanzas sobre la divinidad. Entre éstas se encontraba la de que todo espíritu era divino, incluyendo la parte espiritual del hombre (el alma), que no necesitaba a nadie para salvarse a sí mismo, siendo Cristo enviado a revelar esa verdad. Por otra parte, el creador/ordenador de la materia (llamado Demiurgo), al multiplicar con su creación la materia, sería un ser malvado y opuesto al verdadero Ser Supremo del cual surgió.
Conclusiones éticas muy divergentes: Siguiendo la idea de la condenación de la materia, algunas corrientes afirmaban que era necesario el castigo y martirización del cuerpo para, a través del padecimiento de la carne, contribuir a la liberación del espíritu, propugnando un modo de vida ascético. Sin embargo, otras corrientes afirmaban que, siendo la salvación dependiente únicamente de la gnosis del alma, el comportamiento del cuerpo era irrelevante, disculpándolo de toda atadura moral y librándolo a toda clase de goces. Otras enseñanzas reprobaban la multiplicación de la materia, siendo así la procreación un acto condenable. También existían corrientes que, al igual que el platonismo y las filosofías orientales, creían en el retorno cíclico de las almas a la prisión de la materia a través de la reencarnación. El iniciado, igualmente, buscaba romper este ciclo a través de la gnosis (a través de la iluminación, en las religiones orientales).
Interpretación alegórica del cristianismo y de las escrituras. Así, se reinterpretan a la luz gnóstica las historias de la creación, etc. dándoles significados filosóficos.
Establecimiento de jerarquías espirituales: En la cima de los seres existe un Dios, un ser perfecto e inmanente cuya propia perfección hace que no tenga relación alguna con el resto de seres imperfectos. Es inmutable e inaccesible. Descendiendo en una escala de seres emanados de aquél llegamos al Demiurgo, antítesis y culmen de la degeneración progresiva de los seres espirituales, y origen del mal. En su maldad, el Demiurgo crea el mundo, la materia, encadenando la esencia espiritual de los hombres a la prisión de la carne. En este escenario se libra una batalla entre los principios del bien y el mal, la materia (apariencia) y el espíritu (sustancia). Podemos ver paralelismos claros con el zoroastrismo.
Establecimiento de jerarquías humanas: En la cima de la jerarquía humana estaban los iniciados, en los que es predominante el espíritu. Ellos pueden experimentar la gnosis y acceder así a la salvación. Por debajo está el resto de los cristianos, en los que predomina el alma sensible y que se pueden salvar siguiendo la guía de los primeros. En la parte más baja están aquéllos en que predomina el cuerpo y que, por tanto, no alcanzarán la salvación.
Síntesis [editar]Se trata de una doctrina, según la cual los iniciados no se salvan por la fe en el perdón gracias al sacrificio de Cristo sino que se salvan mediante la gnosis, o conocimiento introspectivo de lo divino, que es un conocimiento superior a la fe. Ni la sola fe ni la muerte de Cristo bastan para salvarse. El ser humano es autónomo para salvarse a sí mismo. El gnosticismo es una mística secreta de la salvación. Se mezclan sincréticamente creencias orientalistas e ideas de la filosofía griega, principalmente platónica. Es una creencia dualista: el bien frente al mal, el espíritu frente a la materia, el ser supremo frente al Demiurgo, el alma frente al cuerpo.

En 1945 fue descubierta una biblioteca de manuscritos gnósticos en Nag Hammadi (Egipto), que ha permitido un conocimiento mejor de sus doctrinas, anteriormente sólo conocidas a través de citas, refutaciones, apologías y heresiologías realizadas por Padres de la Iglesia.

Según los cristianos el gnosticismo fue fundado por Simón Mago, personaje que aparece en una narracion en Hechos de los apóstoles en el Nuevo Testamento. Su personalidad más relevante fue Valentín de Alejandría, que llevó a Roma una doctrina gnóstica intelectualizante. En Roma tuvo un papel activo en la vida pública de la Iglesia. Su prestigio era tal que se le tuvo en consideración como posible obispo de Roma. Otros gnósticos de renombre son Pablo de Samosata, autor de una célebre herejía sobre la naturaleza de Cristo. Carpócrates concibió la idea de la libertad moral de los perfectos, en la práctica una ausencia total de reglas morales.

Finalmente, el amplio rango de variación moral del gnosticismo fue visto con recelo y el obispo Ireneo de Lyon lo declaró herejía en el 180 d. C., parecer que comparte la Iglesia Católica.

TAOISMO

El taoísmo, palabra derivada de un caractér del idioma chino que se lee Tao o Dao (Romanización en Pinyin). Este término a menudo suele ser interpretado como "vía" o "camino", más bien podría entenderse como "intuición, sensibilidad, espontaneidad, vida" o de manera más abstracta como "sentido".

El Taoísmo se desarrolló a partir de un sistema filosófico basado en las escrituras de Lao Tzu (Lao Zi, en pinyin, la transcripción fonética del idioma chino). El texto que se da por sentado escrito por Lao-Tzu o Lao-Tse es el Tao Te Ching o Tao Te King (Dao De Jing, en pinyin). Lao Tzu, se supone que vivió durante el siglo VI a. C. y, por ende, tradicionalmente se fecha en ese siglo la redacción del Tao Te Ching, aunque se conjetura que es una recopilación hecha por varias personas.

La esencia de la filosofía taoísta se encuentra en el Dao De Jing (El Clásico de la Vía y su Poder, o del Camino y su Virtud, entendiendo ésta como "naturaleza propia"). Los temas del taoísmo como religión se fundieron en el siglo III a. C., pero no se convirtieron en un movimiento religioso organizado hasta el siglo II ddC.

El objetivo fundamental de los taoístas es alcanzar la inmortalidad, si bien, a veces no se entiende ésta literalmente, sino como longevidad en plenitud. De la misma manera, se decía que las personas que vivían en armonía con la naturaleza eran inmortales. Lao Tzu fue deificado como dios taoísta -un "inmortal"-, encabezando un enorme panteón de héroes folclóricos, generales famosos y sabios, todos los cuales alcanzaron la inmortalidad. Sin embargo, la antigua forma del Taoísmo era la de una corriente filosófica y no una religión, por lo que los antiguos pensadores interpretaban por "inmortalidad" el hecho de "autosuperación" del propio ser en comunidad con el entorno, lo que implica buscar la superación y el progreso personal y colectivo, en base a la mutación constante que enseña el Tao.

Posteriormente, el taoísmo se mezcló con elementos del confucianismo, budismo y la religión folclórica. La forma concreta de religión taoísta que fue llevada a Taiwán hace unos 300 años es típica de esta tradición. La característica más distintiva de la práctica actual es la adoración de los antepasados de uno, junto con las deidades taoístas, lo que muestra el claro elemento tradicionalista del confucianismo y el culto religioso de las creencias míticas de Asia, las cuales ambas no eran válidas para los antiguos pensadores taoístas como Chuang Tsé.

[editar] Fundamentos del Taoísmo

Sinograma del Tao.El Taoísmo establece la existencia de tres fuerzas: una positiva, otra negativa y una tercera, conciliadora. Las dos primeras se oponen y complementan simultáneamente entre sí, es decir que son interdependientes de manera absoluta y funcionan como una unidad. Son el Yin (fuerza negativa/sutil, femenina, húmeda...) y el Yang (fuerza positiva/concreta, masculina, seca...). La tercera fuerza es el Tao, o fuerza superior que las contiene.(véase Yin-yang)

El significado más antiguo que existe sobre el Tao dice: "Yi Yin, Yi Yang, Zhè Wei Tao", es decir, "un aspecto Yin, un aspecto Yang, eso es tao".

Puede ejemplificarse esta concepción a partir del significado de las palabras: "Yang" literalmente significa la ladera luminosa (soleada) de la montaña, y "Yin" la ladera oscura (sombría) de la montaña; entiéndase la idea de montaña como símbolo de "unidad". Así, aunque representan dos fuerzas aparentemente opuestas, forman parte de una única naturaleza.

La igualdad entre las dos primeras fuerzas entraña la igualdad de sus manifestaciones consideradas en abstracto. Por ello el taoísta no considera superior la vida sobre la muerte, no otorga supremacía a la construcción sobre la destrucción, ni al placer sobre el sufrimiento, ni a lo positivo sobre lo negativo, ni a la afirmación sobre la negación.

Las cosas cotidianas e insignificantes tienen un significado mucho más profundo del que nosotros le damos.

El gran taoísta Lin An define así "el camino de la felicidad":

La gran mayoría de las personas

qué vacía y mal se siente, porque usa
las cosas para deleitar su corazón,
en lugar de usar su corazón para


disfrutar de las cosas.
El Tao es "simplemente" algo que no puede ser alcanzado por ninguna forma de pensamiento humano. Es así que casi en su inicio el Tao Te King reza:


El tao que puede ser denominado tao
no es el verdadero Tao...

Tao Te King
Para este algo no existe nombre, dado que los nombres derivan de experiencias; finalmente, y por necesidad de ser descrito o expresado, se lo denominó Tao, que significa "camino" o "sendero" (recto o virtuoso) que conduce a la meta.

Cuando Lao Tse habla del Tao procura alejarlo de todo aquello que pueda dar una idea de algo concreto. Prefiere encuadrarlo en un plano distinto a todo lo que pertenece al mundo. Porque el Tao "es" como el espacio vacío para que se manifieste el todo.

"Existía antes del Cielo y de la Tierra", dice, y, efectivamente, no es posible decir de dónde proviene. Es madre de la creación y fuente de todos los seres.


El tao engendró la unidad.

La unidad dio origen a las dos facetas
las cuales dieron el ser a la triada


y la triada produjo los diez mil seres.
El Tao tampoco es temporal o limitado; al intentar observarlo, no se lo ve, no se lo oye ni se lo siente. Es la fuente primaria cósmica de la que proviene la Creación. Es el principio de todos, la raíz del Cielo y de la Tierra, la "madre" de todas las cosas. Mas, si intentamos definirlo, mirarlo u oírlo, no sería posible: el Tao regresa al No-Ser, ahí donde es insondable, inalcanzable y eterno.

Todas las cosas bajo el Cielo gozan de lo que es, lo que es surge de lo que no es y retorna al No-Ser, con el que nunca deja de estar ligado.

El Tao del No-Ser es la fuerza que mueve todo lo que hay en el mundo de los fenómenos, la función, el efecto de todo lo que es: se basa en el No-Ser.

El mundo de los seres puede ser nombrado con el nombre de No-Ser y el mundo de los fenómenos con el nombre de Ser. Las diferencias recaen en los nombres, pues el nombre de uno es Ser y el del otro, No-Ser, pero aunque los nombres son distintos, se trata de un solo hecho: el misterio desde cuyas profundidades surgen todos los prodigios.

Al encontrar el camino que conduce de la confusión del mundo hacia lo eterno, estamos en el camino del Tao.

El taoísmo excluye el concepto de ley y lo sustituye por el de orden. Es decir, las cosas son de determinada manera debido a que su posicíon en un universo en permanente movimiento les confiere una naturaleza que las obliga a ese comportamiento. Así lo explica Dong Zhongshu, filósofo chino del siglo II a.C:

Cuando se vierte agua en el suelo ésta evita las partes secas y a va hacia las que están humedas. Si dos troncos se colocan en el fuego, éste evita el mojado y enciende el seco. Todas las cosas rechazan lo que es distinto y siguen lo que es igual.
Del mismo modo, las cosas hermosas llaman a otras cosas en la clase de las hermosas, las repulsivas llaman a otras en la clase de las repulsivas. Esto proviene del modo complementario en que se corresponden las cosas de la misma clase. Las cosas se llaman unas a otras, lo igual con lo igual; un dragón trayendo lluvia; un abanico apartando el calor; el sitio donde ha estado un ejército, llenándose de zarzas... Las cosas, hermosas o respulsivas, tienen todas un origen. Si se cree que construyen el destino es porque nadie conoce dónde está su origen. No hay ningún suceso que no dependa para su inicio de algo anterior, a lo que responde porque pertenece a la misma categoría, y por eso se mueve.

El Alma Inmortal del Adepto Taoista.Tao es el nombre global que se da al orden natural. El objetivo del Tao es enseñar al hombre a integrarse en la naturaleza, enseñarle a fluir, a integrarse en sí mismo en concordancia y armonía. El Tao no es un creador porque nada en el mundo se crea ni el mundo es creado. Enseñar a compenetrarse con esta naturaleza y armonía de tal modo que llegue a experimentar en su propio cuerpo sus ritmos vitales. Sintonizándose el cuerpo humano mediante una serie de ejercicios con estos ritmos, ganando así serenidad mental y energía física.

A principios del siglo IV a. C. los filósofos chinos escribían sobre el yin y el yang en términos relacionados con la naturaleza.

Observando de la perspectiva del Tao, se ve cómo todas las cosas se elevan, se vuelven grandes y luego retornan a su raíz. Vivir y morir es simplemente entrar y salir. Las fuerzas de la mente no tienen poder sobre quien sigue el Tao. El camino del No-Ser lleva a la quietud y la observación, y conduce de lo múltiple al Uno. Para poder recorrer ese camino hace falta preparación interna. Mediante la práctica espiritual, la perseverancia, el recogimiento y el silencio se llega a un estado de relajación que debe ser tan sereno que posibilita la contemplación del Ser interior, el alma, y así se logra ver lo invisible, escuchar lo inaudible, sentir lo inalcanzable.

Una historia representativa del pensamiento Taoísta sería la siguiente: (Adaptado a partir de "Las religiones del mundo", de Huston Smith)

El caballo de un campesino se escapó. Ante la conmiseración de su vecino, el campesino le dijo: "¿Quién sabe si es bueno o malo?". Y tuvo razón, porque al día siguiente el caballo regresó acompañado de caballos salvajes con los cuales había trabado amistad. El vecino reapareció, esta vez para felicitarlo por el regalo caído del cielo, pero el campesino repitió: "¿Quién sabe si es bueno o malo?". Y otra vez tuvo razón porque al día siguiente su hijo trató de montar uno de los caballos salvajes y se cayó, rompiéndose una pierna. El vecino volvió a mostrar su pesar, y recibió nuevamente la anterior pregunta: "¿Quién sabe si es bueno o malo?". Y el campesino tuvo razón una cuarta vez, porque al día siguiente aparecieron unos soldados para reclutar al hijo, pero lo eximieron por encontrarse herido.
Lejos de una amoralidad o de una moralina latitudinaria, el taoísmo preconiza la armonía, allí está el bien, un absoluto sobre las relatividades.
Ésta ética se refleja en el arte.

Al llegar el buddhismo (o budismo) a China se produjo una muy interesante "síncresis", la interrelación entre el budismo y el taoísmo produjo entre otros efectos la escuela religiosa y filosófica budista Cha'ang (sinización de la palabra sánscrita dhyana, que significa: meditación) y , ésta, al pasar a Japón originó el zen.

El taoísmo influyó en numerosas áreas del conocimiento como la medicina y ciertas escuelas de meditación, e incluso las artes marciales. Existe un paralelismo en ciertas concepciones del Taoísmo con el Tantra, en especial la visión del mundo como un ecosistema, y la consideración de una vía de iluminación dentro del acto sexual.

Nota: A fines del siglo XX la transcripción "pinyin" del putonghua o idioma chino clásico ("mandarín") a caracteres románicos, divulgó la forma "daoísmo" aunque la pronunciación más aproximada es "Tao" (o en todo caso la intermedia: "Ðao", con un fonema que suena transicional entre la "d" y la "t").

Lao-Tsé (Lao Zi): 604 AC., obra principal "Tao Te Ching".
Preconiza: Armonía del hombre con el Tao, al curso etéreo y dialéctico de los acontecimientos.
Reprueba: La guerra, la resignación, la codicia, los prejuicios, los convencionalismos, los tabúes, la desigualdad, la sumisión, el sometimiento dogmático a normativas absolutistas o preconceptos prejuiciosos (lealtad filial, nacionalismo, legalismo, sumisión al culto, etc.).[1]
Preceptos: No posee un dogma al cual los fieles deben limitarse.
Virtudes: Piedad, magnanimidad, abnegación, bondad, sacrificio personal, plantar árboles (entregar algo a la naturaleza u otros humanos), hacer caminos (en los mismos modos que los árboles), ser introspectivo, ser analítico, contemplativo y meditativo, fomentar la honestidad y la equidad, enseñar al que no sabe.
S IV-II AC.: Influencia en la alquimia, medicina tradicional china, magia y la adivinación, por lo que se convierte en culto popular. Posteriormente influyó en las artes marciales, con sus conceptos de Chi aplicados tanto a la salud como al combate, surgiendo así diversos estilos de Kung Fu Taoísta (principalmente en la Montaña Wudang), y también disciplinas como el Chi Kung y el Tai Chi.
S II DC.: Zhang Dao Ling: Taoísmo como religión (su primer pontífice); el sacerdote imperial Zhang Dao Ling sincretiza la religión tradicional china con el Taoísmo, para "renovar" el culto religioso imperial e imponer su forma de taoísmo teísta como doctrina de culto, a pesar de que esta interpretación religiosa es contraria a la ideología taoísta netamente filosófica que proponían Lao-Tsé y Chuang-Tsé - 1927: El pontificio es abolido por el gobierno Chino.
Promete la inmortalidad, en su sentido religioso como forma de "vida eterna", pero en su sentido filosófico como alegoría de un concepto ontológico impulsor de la "autosuperación".
Observación fundamental: Alcanzar la inmortalidad, "longevidad en plenitud", "las personas que viven en armonía con la naturaleza son inmortales".
Lao Zi es deificado como Dios Taoísta, "un inmortal" (héroes folclóricos, generales famosos y sabios), tomandose como tal esta idea de las deidades solo por los seguidores del taoísmo religioso, siendo tales alegatos rechazados por el taoísmo filosófico.
Se mezcló con elementos del confucionismo, budismo y creencias locales (Taiwan hace 300 años), formando un sincretismo religioso que no es compatible con los conceptos originales del Tao Te King de Lao-Tsé.
Lo nuevo: adoración de los antepasados de cada uno, solo por parte del taoísmo religioso, pero no asimilado por el taoísmo filosófico